Cómo crear una máquina recreativa con un ordenador viejo

Con el auge de dispositivos portátiles y compactos como smartphones, tabletas o Raspberry Pi, las máquinas recreativas caseras se han vuelto muy populares. Estos sistemas permiten a los usuarios volver a disfrutar de los videojuegos clásicos a los que jugaban en su infancia gracias a emuladores compatibles con varios sistemas operativos.
Así se puede convertir fácilmente una vieja torre de PC en una recreativa moderna´.
Hoy en día, es muy sencillo crear una de estas máquinas recreativas en casa, utilizando para ello un ordenador antiguo. En este sentido, aunque las plataformas más antiguas no requieren de mucha potencia, algunas más modernas son complicadas de emular y requieren un sistema más potente para poder «moverlas» con la suficiente agilidad. Te vamos a contar qué necesitarás para crear tu propia recreativa:
-CPU: Conviene señalar que, la mayoría del peso de la emulación recae sobre la CPU, por lo que conviene disponer de un núcleo que ofrezca un buen rendimiento. No es necesario disponer de un ordenador de última generación, aunque lo idea es utilizar una torre antigua, ya que el sistema sí que necesita una tarjeta gráfica de cierta potencia para funcionar correctamente.
La potencia de la CPU dependerá de los sistemas que se quieran emular. En este sentido, para los juegos de recreativas antiguas y plataformas más antiguas, te servirá cualquier CPU. Sin embargo, para emular plataformas más modernas como PlayStation o Nintendo 64, se necesitará una CPU más potente y una tarjeta gráfica a la altura, ya que los gráficos de estas videoconsolas requieren una mayor capacidad de procesamiento.
-Monitor: Del mismo modo, los juegos más antiguos están pensados para ser jugados en las antiguas pantallas de tubo. En este sentido, la mayoría de los monitores modernos cuentan con demasiada resolución, lo que puede ser un problema. En este sentido, si es posible, lo ideal es reciclar un monitor de tubo viejo. En caso de no poder hacerlo, también se puede utilizar un monitor CRT con capacidad MultiSync.
En este sentido, para que la imagen transmitida por la GPU sea correcta, se debe descargar el software CRT Emudrivers 2.0 y el emulador Groovy Mame, pensado para este tipo de monitores CRT. En este sentido, lo ideal es combinarlo con una tarjeta gráfica AMD Radeon, que no tiene por qué ser de última generación, y vale con una de segunda mano. Lo importante es que disponga de una salida VGA. En caso de que tengas una tarjeta NVIDIA que no es compatible con la entrada del CRT, puedes comprar un conversor de señal.
-Memoria: Los juegos de las antiguas recreativas (ROMs) no ocupan mucho espacio de memoria, por lo que no es necesario instalar un disco duro. Lo mejor es utilizar un disco duro externo vía USB, no importa si es SSD o HDD. Una vez decidido el tipo de disco a utilizar, lo más importante es configurar la BIOS del sistema para que lo utilice como arranque. En este sentido, no conviene instalar ni Windows ni Linux, sino GroovyArcade, que va incluido en Groovy MAME. Se trata de un LiveCD que permite arrancar y gestionar el sistema.
-Controles: Para los que buscan una experiencia lo más similar posible a las máquinas recreativas antiguas, es posible encontrar bases con joystick y botones. En el mercado existen mucho modelos y marcas diferentes. Lo más importante a la hora de escoger uno es que disponga de todos los botones necesarios, así como la calidad y el recorrido de estos. Finalmente, si lo que se desea es crear una recreativa de aspecto «retro» se deberá buscar un mueble a integrar los mandos en él, por lo que es importante contar con un joystick que se pueda desmontar o bien se deberá acoplar el mueble a los mismos.