Raquel Martínez: «En Periodismo, más ahora con las redes sociales, necesitamos garantías para ejercer profesionalmente»

Sorprenderá a muchos lectores que Raquel Martínez, la popular presentadora del Telediario del Fin de Semana en Televisión Española durante los últimos cinco años, y ahora conductora en el Canal 24 horas, decidiera hacer un curso de Community Manager. Pero ella lo tenía claro: «las redes sociales ofrecen nuevas posibilidades a la hora de transmitir una noticia, de hacer que llegue a tu público. Y cómo llegar a él a través de ellas no es fácil, hay que tener cierto dominio del nuevo espacio donde te vas a mover… ¡Por lo que ni me lo pensé!», señala a lo largo de la siguiente entrevista, en la que demuestra su dominio absoluto del medio televisivo pero también de los nuevos canales de comunicación digital.
– Raquel, ¿cómo crees que Internet y las redes sociales han cambiado el ejercicio del periodismo?
No cabe duda de que la irrupción de Internet supuso un antes y un después en un mundo que ya estaba abocado a globalizarse. Con la evolución de la tecnología hemos llegado a un punto donde hoy día la información se consume básicamente a través del teléfono móvil y de tablets. Y gracias a ellos, las redes sociales se han convertido en un nuevo soporte para el consumo de información.
Con ellas se abren nuevos caminos de comunicación, de actualización y de opinión; con ellas se dinamiza el papel del receptor, que puede ser a su vez emisor. Pero también es cierto que con ellas aparecen otros problemas adscritos a esta forma de comunicar, como las fake news, la falta de contraste de fuentes en aras de una galopante inmediatez o la banalización de determinados temas: ahora mucha información viene cargada con grandes dosis de sensacionalismo, hay más cantidad que calidad.
– ¿En qué aspectos las redes no deberían cambiar nunca el ejercicio de la profesión?
La labor del periodista se está viendo suplantada por la posibilidad de que cualquiera puede ejercerla como tal y las redes sociales otorgan el «privilegio» de que cualquiera puede convertirse de la noche a la mañana en «predicador» o en «opinador profesional».
Son un escaparate perfecto para ver y dejarse ver, pero en muchas ocasiones no se tienen en cuenta criterios profesionales, deontológicos o de veracidad. En este sentido eso no debería desaparecer jamás como base del Periodismo.
Hice un curso de Community Manager porque las redes sociales ofrecen nuevas posibilidades a la hora de transmitir una noticia y hacer que llegue a tu público
– ¿Crees que un periodista debería tener formación en uso de las redes sociales? ¿Cómo puede beneficiarse de ellas?
Por supuesto. Con los nuevos soportes de información y nuevos hábitos de consumo estamos irremediablemente expuestos a una avalancha tremenda de información por segundo. Y lo que hacemos es que con tanta información al final lo que se genera es una desinformación total. En este sentido creo que el periodista ha de ser hábil para seleccionar los contenidos adecuados y explotar más su labor como curador de contenidos, algo que todo medio necesita.
– Tú misma realizaste un curso de Community Manager, ¿por qué?
El Periodismo actual dista mucho del de hace apenas unos años, la era analógica y la digital cada vez se distancian más. Los cambios a nivel mediático están siendo vertiginosos, así que no puedes quedarte atrás. Tienes que amoldarte a lo que viene, has de saber utilizar las herramientas que van surgiendo.
En este sentido me di cuenta de que las redes sociales ofrecen nuevas posibilidades a la hora de transmitir una noticia, de informar, de hacer que llegue a tu público. Y cómo llegar a él a través de ellas no es fácil, hay que tener cierto dominio del nuevo espacio donde te vas a mover… ¡Por lo que ni me lo pensé!
– ¿Cuáles serían desde tu punto de vista los principales peligros del uso de las redes sociales para el profesional de la información?
Pienso que de antemano el periodista debería tener consciencia de los peligros que encarna esta nueva forma de comunicar para así poder evitarlos. Pero a la larga, siempre hay alguno que se te escapa y acabas pagando el pato.
Un profesional de la información no puede dejarse llevar por el hambre de inmediatez sin tener contrastadas varias fuentes, no puede permitirse generar desinformación por una mala praxis.
Por desgracia, parece que estamos entrando en «la era de las fake news«. Eso, unido a la descontextualización sistemática que muchos medios hacen de una publicación, sobre todo en Twitter, para luego destacar en titulares sólo las frases que les interesan, así como el tema de los falsos perfiles, sí que lo considero peligroso. En Periodismo, más ahora con las redes sociales, necesitamos garantías para poder ejercer profesionalmente.
– ¿Qué responsabilidad tiene el periodista en cuanto a la difusión de fake news? ¿Tienen también responsabilidad las propias redes? ¿Y los usuarios?
Aquí nos se escapa nadie. Yo por analogía veo a las redes sociales como una plaza donde la gente va a hacer negocio, a socializarse, a charlar con amigos, a predicar sus historias y a intercambiar opiniones… Aquella ágora antigua donde se concentraban los ciudadanos de las polis griegas, vaya.
Y donde se hace Comunidad, otra de las bases de las redes, pues el sentimiento de pertenencia a un grupo es lo que acaba fidelizando al personal. En este sentido, todo es global, todo es susceptible de enriquecerse o contaminarse, desde el que emite una noticia falsa hasta el que la difunde por mala intención o mero desconocimiento de su procedencia.
– ¿Crees que en televisión se le está sacando todo el partido a las redes sociales en España? ¿En qué se podría mejorar?
Ni mucho menos. Es más: la televisión entendida como la ve aún gente de mi generación y anteriores tiene los días contados. La nueva oferta informativa y de entretenimiento, la diversificación de la audiencia, las nuevas tecnologías que se supeditan a la vida de los usuarios y no al revés, hacen que el panorama audiovisual se esté desestructurando, que evolucione, que se esté convirtiendo en algo diferente a lo que tradicionalmente conocemos debido a los modos de consumo y a las necesidades que la sociedad actual va demandando.
Es cierto que cada vez los medios de comunicación tienen más las pilas puestas en este sentido, pero sólo son unos pocos los que están sabiendo, a mi parecer, sacarle más jugo a esto de las redes sociales. Hablando de la televisión, programas como OT o MasterChef sí están dándole al espectador el papel activo que demanda en la nueva oferta audiovisual, algo que los demás deberían tener más en cuenta.
– Como periodista… ¿tú cómo las utilizas? ¿con qué finalidad?
Confieso que empecé a sentirme atraída por las redes sociales cuando al desembarcar en el Telediario nos «invitaron», por decirlo de algún modo, a tener una cuenta en Twitter. Yo era reacia a ello por mi total desconocimiento de la herramienta, me daba mucha pereza. Pero es cierto que una vez que empecé a utilizarla y a saber moverme con ella no he parado de usarla. Es más, me encanta.
Para mí Twitter es el medio a través del cual puedo estar informada, incluso antes que por agencias, de muchas noticias y últimas hora, así como de adelantar algunos de los principales temas con los que se iba a encontrar el espectador del Telediario.
Hoy día la información se consume básicamente a través del teléfono móvil y de tablets
«¡Vaya manera de hacer espoiler del TD!», me decía alguno… También tengo cuenta de Instagram, pero utilizo cada una en función de sus características propias: Twitter para aspectos sobre todo profesionales e Instagram más para momentos personales. Y no es que sea amiga de contarle mi vida a nadie, pero sí de compartir mis gustos.
– ¿Cuál sería la red social que más utilizas?
Utilizo por igual Twitter que Instagram, es sólo cuestión de ver qué quiero contar y saber a través de qué red hacerlo. Hay veces que hago publicaciones de una misma imagen, pero según en qué red la publique así añado un texto u otro, así como determinados hashtags. También es cierto que tengo cuenta en Facebook, abierta en 2008, creo, pero que he dejado de usar desde hace tiempo, no soy fan de Facebook: desde que cambiaron su interfaz me negué a ponerme la día con sus nuevos usos. Y ahí la dejé…
– ¿Consideras qué es importante mantener conversación con los espectadores a través de estas plataformas?
Bueno, para mí, desde mi trabajo de cara delante de una pantalla intentando comunicarte con un público al que no ves, las redes sociales me parecen una herramienta muy útil de acercarte a esa gente que te observa y que no conoces, una oportunidad de «humanizarte» un poco más, de hacerte como más accesible.
No soy esclava de los likes, RTs o del número de seguidores, ni me enfrasco en contestar a todo el mundo, porque es imposible que llueva a gusto de todos. Pero también es cierto que no dudo a la hora de bloquear o silenciar a algún impresentable (sobre todo a esos que se limitan a insultar bajo la valentía del anonimato), ni tampoco me limita el hecho de que por ciertos comentarios o salidas de contexto de mis publicaciones, me encasillen en un sitio determinado con el que nada tenga que ver, que ya me ha pasado. Es que es algo imposible de controlar, qué le vamos a hacer.
– Cuéntanos algo positivo que hayas conseguido gracias a las redes sociales
Muchas cosas: desde el fácil acceso a determinadas fuentes, como el intercambio de información en hora récord, o el hecho de descubrir sitios nuevos para llevar a los peques, comprar determinadas cosas o irte de viaje o de cena. Por no hablar del cariño y los consejos de los que te siguen, o de alguna que otra amistad «a distancia» que se ha acabado materializado en «presencial». Toda red social tiene sus cosas buenas, sólo tienes que saber llevarlas a tu terreno.