El 23% de los perfiles de Tinder son robots
¿Te está costando encontrar pareja o conocer a alguien en Tinder o en alguna otra aplicación para ligar? Es posible que no estés utilizando las fotografías adecuadas, o que los mensajes que envíes no sean del todo claros o convincentes, o que no hayas redactado bien tu presentación… pero también es posible que la culpa no sea tuya, ya que muchos de los perfiles que se incluyen en estas aplicaciones no son reales.
El 23,4% de las cuentas de Tinder son robots
Así lo asegura un estudio elaborado por la Universidad de Arizona, que ha analizado precisamente Tinder -la app para conocer gente más utilizada en el mundo, con más de 50 millones de perfiles creados- y ha determinado que el 23,4% de las cuentas creadas en esta app no son más que robots.
Si esto es así, ya puedes pasarte horas hablando con ellos, que posiblemente no logres tener una cita, sexo, o una relación. Esto ocurre en todas las aplicaciones para conocer gente, aunque muchas aseguran que consiguen frenar esta práctica y realizan purgas de las cuentas que no corresponden a individuos concretos, pero los ciberdelincuentes cada vez emplean técnicas más depuradas para engañar a los usuarios y hacerse con sus datos personales, que sería uno de los motivos, o incluso llegar a engañarles y sacarles el dinero.
Los usuarios de Tinder pasan, de media, muchos minutos en la aplicación: 77 minutos. Más de una hora cada día tratando de encontrar el amor… ¿y por qué cuesta tanto? Quizá los resultados del estudio de la Universidad de Arizona estén dándonos una clave.
Cómo desenmascarar a un bot en Tinder
Para llevar a cabo el estudio, los desarrolladores de la Universidad de Arizona crearon tres cuentas de hombres y tres cuentas de mujeres en Tinder que no eran más que «trampas» para los ciberdelincuentes. Con ellas, estuvieron realizando distintas pruebas y enviando mensajes que solo un humano podía interpretar. Por ejemplo, si se le hace una pregunta a un usuario acerca de un determinado objeto que aparece en su tercera foto, posiblemente el robot no sepa cuál es el contenido de la foto y deje de contestar o lo haga de manera inconclusa.
Sin embargo, estos robots son capaces de responder a preguntas textuales más sencillas. Ante un «Qué tal estás» o «De dónde eres» no tendrán problema para ofrecer una respuesta adecuada. Tampoco con cuestiones más complejas a nivel textual. Pero otro tipo de conversaciones son más difíciles de que las identifiquen. Por ejemplo, si tienes dudas de si tu interlocutor es real o no, inicia la conversación con un número de teléfono. Esto confundirá a la máquina, que tratará de marcar o de empezar una conversación a través de Skype.
Otra opción puede ser preguntarle directamente por una suma, o una resta de números, obligándole a realizar operaciones para los que no está preparado. De la misma manera, también se le puede hacer preguntas sobre temas de actualidad, para los que posiblemente no haya sido programado. ¿Quién crees que ganará las elecciones de hoy? ¿Qué te parece el discurso que ha hecho tal candidato? ¿Cómo se llama el estadio de tu equipo de fútbol?
Si tienes dudas sobre si un usuario de Tinder es real o no, ponle a prueba. Y si sigues teniendo dudas, lo mejor es que dejes de hablar con esa «persona» que no ha conseguido hacerte ver que realmente se trata de un humano.