Rusia puede cegar los satélites de Google Maps mediante un láser

La invasión de Ucrania por parte de Rusia tiene efectos también en otros campos de batalla alejados de aquella geografía, desde las redes sociales donde se han sucedido los bloqueos por parte del gobierno ruso en el acceso a diversas plataformas, al propio espacio.
El láser ruso capaz de cegar a los satélites de observación se denomina Kalina
La ventaja del terreno elevado ha sido siempre muy estimada, desde una galaxia muy, muy lejana a los enfrentamientos bélicos sobre la superficie de nuestro planeta. De ahí la importancia de la superioridad aérea y de los satélites artificiales, desde que el 4 de octubre de 1957 la Unión Soviética situó en órbita terrestre el Sputnik.
Con el devenir de las décadas lo que antaño era uno de los secretos mejor custodiados de las naciones poderosas lo lleva todo el mundo en el bolsillo, y gracias a Google Maps se puede contemplar a vista de pájaro prácticamente cualquier rincón del planeta. Y en caso de un escenario bélico como el actual, con Rusia invadiendo Ucrania desde el pasado mes de febrero, resulta valiosísima la información proporcionada por las fotografías tomadas por satélites.
Para evitar la captación de dichas imágenes en Rusia han desarrollado un sistema que parece más propio de películas galácticas porque se basa en cegar a los satélites de observación mediante un láser denominado Kalina.
Ubicado en el centro de vigilancia espacial Krona, perteneciente al Ministerio de Defensa ruso y situado en la ciudad de Zelenchukskaya, consiste en un telescopio de 7,13 metreos de diámetro dotado de un potente láser conectado a un sensor LIDAR instalado en un edificio anexo, y estaría dispuesto a entrar en funcionamiento en un breve periodo de tiempo. El telescopio es capaz de soportar temperaturas desde 40º hasta -40º y resiste territorios hasta de magnitud 7 en la escala de Richter.
El LIDAR tiene como misión la detección de satélites además de la medición de la distancia a los mismos con la máxima precisión para poder así apuntar el láser. Complementariamente se emplean datos procedentes de radar. El láser atraviesa distintos espejos y finalmente impacta sobre los sistemas ópticos del satélite espía o del satélite fotográfico, como los de Google Maps, inutilizándolo e impidiendo la captación de imágenes del territorio ruso.
Lo cierto es que el Ministerio de Defensa de Rusia lleva preparando este dispositivo desde el año 2014, aunque no ha sido posible tenerlo con anterioridad debido, entre otras causas, a problemas derivados de la importación de determinados componentes electrónicos necesarios para su construcción. Las primeras pruebas comenzaron en el año 2018 y aunque no hay datos concretos se estima que podría haber 5 unidades activas.