¿Por qué seguimos a quien seguimos en las redes sociales?
¿Tú, a quién sigues en las redes sociales? ¿Por qué lo hiciste? Muchos usuarios terminan viendo en sus cronologías tuits, fotografías o posts que pertenecen a personas con las que, a priori, no comparten intereses, pero han decidido seguirlas por algún motivo. Quizá porque en algún momento les llamó la atención ese usuario por alguna razón, o porque se trataba de una cuenta con muchos seguidores…
Cuidar la reciprocidad en LinkedIn puede traducirse en mayores oportunidades de encontrar un empleo
En realidad existen diversas razones por las que tendemos a seguir a un tipo de persona u otro en las redes sociales. ¿Cuáles son? Saber cuáles son es importante. Además, conociéndolas cualquier usuario puede optimizar el contenido que comparte en las redes y conseguir dejar una huella más fuerte. La idea es conseguir ser de esa lista de cuentas con “algo especial” que todo el mundo parece seguir.
¿Cómo lograr que los “me gusta” suban y también lo haga el impacto de las publicaciones? La respuesta parece básica, pero no lo es, y muchas veces pasa desapercibida: generar conversación.
La reciprocidad es la principal motivación de muchas de las actuaciones en redes. A todo el mundo le sonará el “te sigo y me sigues”, o los hashtags de Instagram #follow4follow y #tagsforlikes.
Todos estos hashtags siguen una regla básica: tú ganas si yo también me llevo algo a cambio. Así sucede con los “me gusta” de nuestra red en Instagram o Facebook, si nosotros damos, es más fácil que los demás se animen a darnos. Es importante cuidar las publicaciones del resto y dar a «me gusta» cuando nos llamen la atención si queremos que las nuestras sean también tratadas como se merecen. Esto es importante para todos los usuarios, pero especialmente en el caso de las marcas que buscan ganar notoriedad.
Siguiendo este primer principio, el segundo está relacionado con la idea de seguir la corriente que es tendencia a nuestro alrededor. Es decir, si muchos usuarios valoran como correcta y positiva una determinada publicación o una determinada cuenta, tendemos más a dar «me gusta» o a seguirla. Es una especie de reafirmación, «esto gusta mucho, y a mí también».
En este sentido, también se explican los trending topics, hashtags, enfoques o textos que son tendencia y gustan, según aumenta su popularidad, a cada vez más personas. Será objetivo de una marca conectar con su clientela y crear lazos, y eso lo puede conseguir compartiendo publicaciones que interesen y que «se pongan de moda» porque aporten un valor determinado.
En redes profesionales, como LinkedIn, también se pueden aplicar estas estrategias con la intención de crear una comunidad fuerte que pueda revertir en un empleo o en lograr el objetivo buscado en esa plataforma. Ser el primero en recomendar o compartir una petición de trabajo, preguntar si alguno de los contactos necesita ayuda y siempre responder a quien se dirige a nosotros son pasos a seguir para mejorar la popularidad de una cuenta y que se reciban más peticiones de contacto… lo que aumentará las posibilidades de éxito.
Es decir, hay que generar interacción, de una manera natural. Además, es importante mostrar de forma rápida el tipo de servicio que se puede ofrecer: fotografía, vídeo, marketing, responsable de ventas… para que, de un vistazo, quien visite nuestro perfil sepa cómo podemos ayudarle.
Por otro lado, contar con la voz de terceros es siempre buena idea. Pedir recomendaciones en anteriores empleos, reseñar las colaboraciones más exitosas o colocar de forma visible las opiniones y reseñas de quienes hayan trabajado con nosotros será una forma de reforzar la profesionalidad del usuario en una red como LinkedIn.