¿Son seguros los gestores de contraseñas?
Recordamos con nostalgia los tiempos en los que acordarse de la contraseña del correo electrónico era todo lo más que teníamos que tener en mente a la hora de enfrentarnos al incipiente mundo digital. Ahora, entre móviles, redes sociales, banca electrónica y comercio, resulta bastante complicado acordarse de todas las que utilizamos cada día.
Hace unas semanas LastPass sufrió una importante brecha en su sistema de seguridad, afectando a más de cuatro millones de webs
Por eso existen los gestores de contraseñas, aplicaciones que de forma automática crean un password realmente fuerte para mantener la seguridad de nuestros datos, guardarlos y también escribirlos automáticamente en el hueco correspondiente cuando navegamos por Internet.
Pero, ¿qué pasa si estos gestores tienen problemas de seguridad? Es lo que LastPass, una de las empresas dedicadas al almacenamiento de contraseñas, registró hace unas semanas: una enorme brecha de seguridad en Cloudfare, que transmitía los datos de los usuarios de millones de páginas webs de forma segura. Más de cuatro millones de páginas web y sus respectivos datos de usuarios se vieron afectados.
El riesgo es mayor de lo que podría pensarse, pues en 2015 también se acusó a 1Password, otra gestora de contraseñas, de crearlas débiles o fáciles de averiguar. En general, todas están expuestas al continuo ataque de hackers que pueden, en cierto momento, triunfar en su empeño y acceder a todas nuestras contraseñas sin que nos demos cuenta.
Cómo crear una contraseña segura y no olvidarte de ella
En primer lugar, reusar contraseñas es una mala idea por una sencilla razón: averiguando una, el hacker tendrá acceso a varias cuentas y podrá usar en su beneficio más información. No se lo pongas tan fácil.
Puedes hacer una frase sencilla y recordar las iniciales de cada palabra. Por ejemplo, de la frase «mi perro Nero es muy pequeño» puede salir la contraseña «mpNemp». Cuidado con la idea de escoger una palabra memorable y alterarla con números y letras, es más obvio de lo que a priori podríamos pensar.
Intenta, siempre que la web lo permita, activar la doble autenticación. Redes sociales como Facebook o Instagram disponen de una herramienta que envía un sms al teléfono del usuario con un código siempre que se inicie sesión para tratar de evitar suplantaciones. WhatsApp también lo ha incorporado recientemente.
Si quieres más consejos sobre cómo crear una contraseña, no dejes de echar un vistazo a este otro artículo.
