Empresas de todos los sectores organizan semana tras semana diferentes eventos promocionales, con diferentes temáticas y objetivos. Estos se pueden celebrar, por citar varios ejemplos, para mejorar la imagen de marca de la compañía, para presentar nuevos productos o servicios o para mostrar su compromiso con un determinado territorio.
Independientemente del sector y de los objetivos, hay una serie de pautas que se deben tener en cuenta cuando queremos que un evento offline tenga una destacada presencia en las redes sociales. En este post repasamos algunas de las claves.
1.- Promociona el evento antes. Es fundamental porque los potenciales asistentes querrán saber con antelación qué pueden esperar del mismo. Promocionar el evento a través de un vídeo difundido en diferentes redes sociales como Facebook o Youtube es una buena opción, porque este formato está de moda y tiene gran impacto. Si el evento ya se ha celebrado con anterioridad, el vídeo podría incluir imágenes de anteriores citas.
El vídeo funciona bien, pero este recurso puede ser un elemento más de una estrategia de promoción más amplia, que utilice más recursos y formatos en medios sociales como Twitter, Instagram o Snapchat. En cualquier caso, los mensajes y contenidos a difundir deben estar planificados con antelación.
En función del público objetivo al que nos dirijamos y los objetivos del evento, deberemos utilizar unas redes más que otras. Del mismo modo, puede ser conveniente crear un página del evento en Facebook, así como utilizar Google AdWords para su promoción.
2.- … y también durante. Durante la celebración del evento conviene realizar una tarea de seguimiento del mismo, a través de diferentes redes sociales, en función de los objetivos que tengamos, recursos de los que dispongamos, públicos al que no dirijamos,…etc. Un recurso que siempre viene bien es tener preparados gráficos e imágenes de las personas que van a intervenir.
Además de cubrir el evento en sí, recogiendo los mensajes de los protagonistas del mismo, otra buena opción es entrevistar y pulsar la opinión de los asistentes al mismo, en diferentes formatos: texto, vídeos, imagen,… Esto nos permite generar más contenido y dar la voz al público.
3.- Mantén la conversación en los medios. Durante el evento, conviene mantener la conversación en los medios sociales con aquellos usuarios que por los motivos que sean no han podido asistir a la cita de forma presencial.
Una idea para cuidar esta conversación y comunicarla mejor a la audiencia puede ser habilitar un widget en el sitio web de la empresa, mostrando las conversaciones relacionadas con el evento.
4.- Concentra la información en un mismo sitio web. Todo el contenido generado antes, durante y después del evento se puede canalizar a través de un sitio web específico —complementario a la web corporativa—, que a su vez dé acceso a los usuarios a las diferentes redes sociales en las que trabajamos.
Con ello, se consigue optimizar más todavía el esfuerzo de comunicación que se ha realizado y además nos permite poner de manifiesto la envergadura del mismo.
5.- Cuida la comunicación una vez terminado el mismo. No sólo es importante la planificación de un evento o su celebración. También es capital la comunicación del mismo, especialmente mientras tiene lugar y también una vez terminado.
En este sentido, es conveniente utilizar todos los contenidos generados en formato vídeo, imagen y texto para difundirlos en las redes sociales y en la propia web corporativa (mejor en un mini sitio web específico para ello).
6.- Examina los resultados de la campaña. Si queremos mejorar, hay que medir los resultados. Una vez terminado el ‘post-evento’, cuando ya demos por cerrado el mismo de cara al público, hay que analizar qué impacto han tenido nuestras acciones en los medios sociales y en Internet. Debe ser un análisis crítico y concienzudo, que nos permite detectar qué ha funcionado bien y qué no para así poder mejorar de cara al futuro.