Una de las bazas más socorridas para las marcas y negocios online son los correos electrónicos. La lista de clientes que permiten el envío ha disminuido drásticamente desde el pasado mayo, cuando entró en vigor la nueva ley de protección de datos europea. Debido a ello, si los usuarios no han dado el consentimiento explícito para poder mantener sus emails en la lista de envío, la marca no puede emplear los datos para seguir enviando newsletters, promociones o descuentos.
Debido a la GDPR las listas de correo se han reducido notablemente y las marcas necesitan de ingenio para volver a llegar al cliente
Muchos usuarios tomaron la determinación de hacer borrón y cuenta nueva gracias a la GDPR porque los correos publicitarios eran demasiados o no aportaban valor. Conseguir que los clientes no envíen nuestros correos directamente a la carpeta de spam es todo un reto.
Para asegurarnos de que superamos las pruebas de los bloqueadores de spam, nuestros correos tienen que estar libres de seis errores muy comunes.