Twitter crea un Centro de Transparencia para la publicidad

Twitter siguió hace poco los pasos de Facebook al decidirse a abrir una investigación interna sobre los anunciantes y la publicidad. En especial, sobre aquella comprada durante los periodos previos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.
A raíz del estudio, Twitter reconoció que, de igual forma que en Facebook, grupos rusos habían comprado anuncios de Twitter con la intención de polarizar la opinión pública y favorecer a Donald Trump en las encuestas. 200 cuentas con localización en Rusia estaban, al parecer, promocionando su candidatura.
El Centro de Transparencia controlará cuándo se lanzan las campañas, a quiénes se dirigen y cuánto tiempo van a estar vigentes
La compañía debe declarar la semana que viene en el Senado para responder a las preguntas de la Comisión de Inteligencia y esclarecer de qué modo y con qué herramientas pudieron las influencias rusas hacerse con un hueco en la plataforma.
Con la intención de reforzar los criterios que se siguen en Twitter para incluir un anuncio, la compañía ha anunciado en su blog oficial nuevas características que se añadirán en los próximos meses para recalcar a los usuarios cuándo un tuit es un anuncio, de dónde viene y a qué responde.
Entre las nuevas medidas destaca la creación de un Centro de Transparencia para la publicidad, en donde se publicarán de forma actualizada las listas de todos los anunciantes de Twitter, sus mensajes y demás detalles.
Se podrá saber cuánto tiempo lleva un anuncio circulando por Twitter, qué tipos de anuncios se dirigen especialmente hacia un usuario concreto o qué equipo creativo está detrás de las campañas.
Además, se habilitará un buzón para aquellos que deseen denunciar alguna publicidad por inapropiada, independientemente de a quién vaya dirigida.
Para resaltar aún más el cariz político de algunos tuits, Twitter cambiará la apariencia de los perfiles de los candidatos, que deberán etiquetarse como tales.
Debajo de cada tuit publicado por este tipo de cuentas políticas aparecerá un mensaje de «promocionado por», y los usuarios podrán ver un desglose de a qué campaña pertenece el mensaje, por quién ha sido financiado, cuánto dinero se ha invertido…
Los cambios tan sustanciales de Twitter dejan, sin embargo, una parte polémica sin cubrir. Algunos de los anuncios comprados por Rusia no iban específicamente dirigidos hacia uno de los dos candidatos estadounidenses, sino a temas controvertidos.
Hablar de la violencia racial no forma parte de uno u otro bando, pero sin duda es un tema candente en la sociedad, así como la regulación de armas o los derechos LGTBI. Twitter no ha aclarado cómo va a detectar si las conversaciones sobre este tipo de temas están financiados por terceros o no.