El último ‘boom’ en Instagram: los vídeos de gelatina [Ojo, te vas a enganchar]
Estamos volviendo a los años 90 y parece que no solo en el entorno de la moda. La fiebre del ‘slime‘ o blandiblú genera millones de visitas, ingentes cantidades de contenido al día y, sobre todo, dinero.
Muchas cuentas están dedicadas, en la red social Instagram, a explicar cómo se crea este «Flubber» de todos los colores, formatos y texturas. Otros vídeos, aunque extraños, crean adicción al mostrar simplemente un par de manos jugando a estirar y encoger el material.
Existen más de tres millones de este tipo de vídeos en Instagram y cada autor puede conseguir 3.000 dólares al mes gracias a esta moda
Aunque YouTube es el ecosistema perfecto para los tutoriales y las manualidades, parece que Instagram le está echando un pulso a la plataforma de vídeos de Google aprovechando la fiebre de las gelatinas. La simplicidad de crear esta gelatina ha llevado a muchos «slimers», como se denominan, a usar el límite de tiempo en los vídeos de Instagram a su favor como si fuera un reto.
Se trata, en realidad, de poco más de un minuto viendo cómo alguien estruja, retuerce, aplasta y manosea un trozo de blandiblú. No sabemos decir por qué, pero es hipnotizante… y parece el contenido ideal para ver antes de ir a dormir.
Al parecer, los fans de la respuesta sensorial meridiana autónoma (en inglés Autonomous Sensory Meridian Response) están encantados con esta nueva moda. Esta definición tan técnica nombra, en realidad, a la sensación placentera inexplicable que sentimos al ver, oír o experimentar acciones sencillas como apretar un plástico de burbujas o acariciar un abrigo de piel. Existen muchos vídeos en Internet tratando de estimular esta respuesta, desde creadores susurrando a otros vertiendo una bebida gaseosa lentamente en un vaso.
La creación del slime es bastante sencilla. Aunque varía de una receta a otra por las añadiduras que queramos incluir o por los colores, en esencia se necesita borax en polvo, pegamento y agua. La purpurina, los distintos tonos o los toppings, – hay algunos que imitan a las madgalenas- ya corren a cargo de la imaginación del autor.
Lo increíble de esta tendencia es el dinero que puede llegar a generar. Aunque en Estados Unidos se comercializa a dos dólares el trozo de blandiblú, el precio puede subir mucho en función de las características de la gelatina. Como explican desde Mashable, un slimer puede ganar 3.000 dólares al mes a través de Instagram.
Existen más de tres millones de este tipo de vídeos en la plataforma, así que hay una buena oferta para empezar a seguir. No obstante, @slimerqueens, @rad.slime y @slime.bun aglutinan millones de seguidores.