Siempre ha habido críticas a la gestión de Mark Zuckerberg al frente de Facebook, la red social que él mismo fundó en un cuarto de la Universidad de Hardvard, pero mientras han acompañado las cifras, no han pasado de meros murmullos.
Sin embargo, desde que saliera a bolsa, la compañía se ha dejado ya un 47% de su valor. Esto está poniendo nerviosos a los analistas y está provocando que se alce la voz de aquellos quienes dudan de que Zuckerberg sea el mejor gestor para la firma y le piden al creador de la red social que abandone el barco y deje las riendas a un verdadero consejero delegado con formación y experiencia.
Nadie duda de que es un gran visionario y puede aportar todavía mucho a la compañía en cuanto a desarrollo de negocio, pero muchos de los analistas de Wall Street, preferirían que Zuckerberg quedara en un segundo plano. Incluso ya llama «zuckers» a los que compraron acciones de la compañía y han visto cómo su precio se ha desplomado en los últimos días.
Zuckerberg, por su parte, ha recordado en varias ocasiones -tanto cuando salió la empresa a bolsa como en la comunicación de los primeros resultados trimestrales desde que pisan el parqué neoyorkino, que no han sido muy favorables- que no piensa ceder ante las presiones, no ya de los analistas, sino también de los inversores. Haber salido a bolsa no va a cambiar la forma de dirigir SU compañía.
