BYOD: Una opción para empresas y empleados siempre que se proteja la seguridad
Si todavía no sabes qué significan las siglas BYOD, apúntalas bien porque es posible que de ahora en adelante las empieces a escuchar bastante. El Bring Your Own Device (BYOD) es una tendencia que lleva varios años implantándose en compañías de todos los tamaños, principalmente en mercados anglosajones, pero que empresas de todo el mundo han comenzado ya a adoptar.
Sí, en España y Latinoamérica también. Tanto grandes empresas como las de pequeño y mediano tamaño han empezado a permitir a sus empleados utilizar sus propios dispositivos tecnológicos en la oficina. Es decir que, si no lo haces ya, en un futuro próximo podrías llevarte al trabajo tu propio ordenador personal y trabajar con él, o llevarte la tableta de la oficina a casa para tus momentos de ocio.
Con esto, el usuario logra tener todos los documentos y proyectos juntos en un único lugar, siendo así mucho más cómodo y práctico para él. Algunas empresas incluso le permitirán elegir, dentro de unos modelos permitidos, con qué equipo prefiere trabajar.
A priori, parece que para el empleado todo son ventajas, pero para las compañías sin embargo representa un desafío dado que ante la mayor exposición de los equipos y de los datos que estos contienen, se debe llevar a cabo una política más férrea de control para garantizar ya no sólo la seguridad de los equipos sino también de los datos que se utilizan en movilidad.
El uso de dispositivos móviles (tabletas y teléfonos) para trabajar se ha generalizado en los últimos años. Se calcula que, a día de hoy, el 35% de los empleados ya desempeña su labor desde cualquier lugar o zona de trabajo, pero sólo las grandes empresas están tomando medidas para garantizar la seguridad de los datos.
Esto significa que la gran mayoría de los trabajadores de empresas de mediano y pequeño tamaño están trabajando con sus propios equipos y en movilidad sin tener garantizada la seguridad de la información con la que están trabajando. Muchos de estos trabajadores no reciben una formación adecuada para proteger sus dispositivos móviles y no comprenden la magnitud de la amenaza.
El problema parte de que no todas las compañías son conscientes del riesgo que esto supone y por lo tanto no toman ninguna medida al respecto. Por ejemplo, según un estudio elaborado por Kaspersky Lab, sólo dos de cada 10 empresas de pequeño y mediano tamaño saben que el BYOD supone un riesgo mayor para la seguridad informática de sus negocios. En cuanto a las grandes, el porcentaje representa un 52%, una cifra bastante más elevada pero no del todo suficiente.
Con todo esto, es muy posible que más de la mitad de las empresas estén pasando por alto la protección de sus equipos y de su información personal. La implementación de BYOD puede suponer una reducción de los costes de la empresa, pero sin la protección necesaria, este ahorro puede salirles muy caro a la larga.