Han pasado 100 años desde que Walt Disney fundó el 16 de octubre de 1923 los famosos estudios de animación de la compañía: Walt Disney Animation Studios. Sin embargo, la empresa del pequeño ratón aún continúa evolucionando gracias a los avances tecnológicos en la creación de sus películas. En este artículo, realizaremos un repaso a su historia.
Orígenes de los dibujos animados de Disney
Como puedes imaginarte, el proceso para crear las películas de dibujos animados de Disney, en sus orígenes, era mucho más lento y, por supuesto, analógico. Actualmente las técnicas utilizadas para la creación de sus películas son muy diferentes a lo que fueron. Gracias a la tecnología y a la digitalización que hoy han llegado hasta lo que son.
Todo empezó con dibujos hechos a mano que los ilustradores elaboraban individualmente de cada fotograma para después conseguir el efecto de movimiento. Alicia en el país de las maravillas (1923) fue un cortometraje que utilizó imágenes animadas acompañadas de textos para narrar la historia.
En 1928, apareció el famoso corto Streamboat Willie en el que Mickey Mouse tiene su aparición estelar por primera vez y donde se introducen efectos de sonido y música. Una técnica conocida como Monoaural de Cinephon.
Sería más tarde con Blancanieves y los siete enanitos (1937) -el primer largometraje de Disney- cuando se dio luz a una producción de gran realismo y con unos movimientos mucho más naturales. Esto fue gracias a la Cámara Multiplano, con la que consiguieron generar profundidad en los dibujos 2D utilizando placas de vidrio que tenían diferentes capas de paisaje.
Más tarde, llegó el Esterofónico Multicanal, que se empleó en la famosa producción de Fantasía (1940). Años después, se utilizó la Xerografía, una técnica que no aportaba realismo, sino que daba lugar a un “efecto de dibujo a lápiz”. Un efecto muy característico de la película de 101 Dálmatas (1961).
La digitalización de los dibujos animados de Disney
Pero para llegar a la digitalización, uno de los momentos clave fue el nacimiento de Microsoft en 1975, lo que supuso la expansión del uso de los ordenadores. Años más tardó la propia compañía de Disney empezó a integrar las computadoras en sus producciones. Concretamente, el sistema CAPS.
Las técnicas analógicas se empezaron a dejar atrás gracias a los primeros sistemas que permitieron la digitalización. El CAPS, siglas de Computer Animation Production System, fue una técnica que sirvió para colorear los fotogramas de manera automática.
El sistema CAPS de Disney
En español se le conoce como Sistema de Producción de Animación por Ordenador. Se trataba de un sistema de pintura con el que las líneas y áreas cerradas podían ser coloreadas con el ordenador, utilizando una paleta de colores infinita. Gracias a ella se desplazó el proceso de transferir los dibujos a cels (hojas transparentes) utilizando tinta china o la xerografía.
Sería en una de las escenas finales de la película de La Sirenita (1989) cuando se utilizó a modo de prototipo en una de las escenas finales. Este, que tardó más de un año en elaborarse, finalmente se incluyó en la producción original. Debido a ello, la película se consideró la primera despedida de las técnicas tradicionales, sistemas que llevaban utilizándose desde Blancanieves y los siete enanitos, más de 50 años antes.
Fue en la película de La Bella y la Bestia (1991) cuando se utilizó el CAPS para realizar el largometraje al completo. Una técnica que continuaron utilizando en otras producciones sucesivas como Aladdin (1992), El Rey León (1994), Pocahontas (1995) o El Jorobado de Notre Dame (1996).
Esta técnica redujo enormemente los costes de mano de obra utilizada en los procesos de pintura de los largometrajes producidos por la compañía. Además, introdujo un gran conjunto de herramientas digitales y logró alcanzar un alto nivel de calidad para la época.
Al principio, no se habló de este sistema al público porque se temía que la gente perdiera la ilusión y que Disney perdiera “su magia” al conocer que los ordenadores también estaban involucrados en el proceso de creación.
No obstante, gracias a esta técnica comenzaron a desarrollarse tecnologías concretas para cada tipo de película que se quería producir. Hablamos de técnicas como Morphing, para crear transformaciones en los personajes, usada en Hércules (1997); Attila, para crear grandes multitudes como el ejército de Mulán (1998) y Deep Canvas, que se usaba para crear una sensación 3D en el fondo de la película, como en los fondos de la selva en Tarzán (1999).
La etapa digital de las películas Disney
Fue en 2005 cuando se dejaron de lado estos sistemas para, con Chicken Little (2005), crear la primera película de Disney que utilizó animación digital al completo.
En este sentido, cabe destacar un pequeño paréntesis: la primera película de animación que se creó enteramente por ordenador fue Toy Story (1995), un largometraje que se convirtió en un auténtico fenómeno. Fue producida por Pixar, pero en aquel momento no pertenecía a Disney. Fue en enero de 2006 cuando Disney anunció su compra.
Desde entonces la evolución no ha parado, en 2010 se creó un sofware llamado XGen para diseñar cabello y fue usado en la película de Enredados (2010).
Otro hito importante fue con Matterhorn, una tecnología creada para diseñar nieve y hielo en todas sus formas. Efectivamente usado para Frozen (2013), uno de los grandes éxitos actuales de Disney.