En las últimas semanas hemos hablado constantemente de Elon Musk, quien finalmente se ha salido con la suya y ha llegado a un acuerdo para adquirir Twitter. El directivo pagará 44.000 millones de dólares para hacerse con el 100% de las acciones de la red social, a un precio considerablemente superior al de mercado. De hecho, Musk ha ofrecido 54,20 euros por acción, un 38% más de lo que cada título valía a principios de mes.
Elon Musk creó su primera empresa de éxito con 24 años
Pero… ¿quién es Elon Musk y cómo ha llegado a convertirse en el hombre más rico del mundo? ¿Qué significado tiene este desembolso que va a realizar, que supone la mayor compra tecnológica de la historia y que para él es únicamente el 25% de su fortuna? En este artículo te vamos a explicar quién es Elon Musk y cómo ha llegado a convertirse en el estrafalario directivo del que todo el mundo habla esta semana. Puedes saberlo todo en este vídeo:
Elon Musk nació en Sudáfrica, hijo de un ingeniero local y una modelo canadiense. Desde los 8 años ya programaba con un ordenador Commodore, y a los 12 años vendió su primer juego a una revista de informática del país, que pagó 500 dólares por el título para distribuirlo entre sus lectores.
Apasionado por la informática y de carácter tímido, sufrió las burlas de sus compañeros de colegio e instituto durante años. Al cumplir la mayoría de edad decide trasladarse a Canadá, donde comenzó a realizar todo tipo de trabajos: desde limpiar salas de calderas hasta arrancar papel pintado de las paredes, todo ello mientras trataba de seguir programando y acudir a la Universidad.
Con 24 años, en la Universidad de Standard, crea su primera empresa, junto a su hermano y un amigo.. De nombre Zip2, servía para proporcionar contenidos a medios de comunicación -llegó a tener entre sus clientes a The New York Times- y albergar en sus servidores un servicio de directorio de mapas y direcciones (algo así como un incipiente Google Maps). Tras varios años de servicio, vendieron la compañía a Compaq por 307 millones de dólares, lo que supuso su primer gran éxito económico.
Posteriormente Musk crea X.com, considerado el primer banco de Internet. Tenía un servicio para realizar transferencias bancarias a través de email, lo que facilitaba una labor que hasta ese momento debía hacerse acudiendo a las oficinas bancarias.
En 1999 compra la compañía Confinity, y uno de sus principales productos era PayPal, un servicio que permitía enviar dinero entre usuarios de PDA. Musk convierte este servicio en el centro de su negocio, hasta el punto de que se constituye como compañía independiente.
En 2002 se la vende a eBay por 1.500 millones de dólares y algunos de sus compañeros en la empresa emprenden sus propios negocios de éxito en Internet. De hecho, tanto LinkedIn como YouTube son fundadas por antiguos empleados de PayPal.
Con el dinero obtenido, Musk financió la creación de otros negocios, entre ellos la empresa Tesla, dedicada a la creación de coches eléctricos; y SpaceX, con la que entraría de lleno en la carrera geoespacial e incluso ha logrado acuerdos con la NASA para llevar carga a la Estación Espacial Internacional. Ambas compañías tardaron en «arrancar» e incluso en 2008, cuando se produce el crash económico, Musk estaba decidido a tirar la toalla.
Sin embargo, el directivo logró levantar ambos negocios y seguir creando nuevos proyectos. Solarcity es una compañía de energía solar que se ha convertido en la principal productora de este tipo de electricidad en Estados Unidos. Su proyecto Starlink busca crear una red de satélites que permitan llevar Internet a todas las partes del mundo, especialmente aquellas de difícil acceso. Mediante Neuralink experimenta con la integración de microchips en el cerebro -de momento, sólo en animales- lo que permite, por ejemplo, jugar a videojuegos con la mirada.
Musk, tras llevar a humanos al espacio exterior, sigue empeñado en abaratar los viajes espaciales para que cualquiera pueda experimentar la sensación de ver el planeta Tierra. También considera factible bombardear Marte con bombas nucleares para crear un ecosistema apto para la vida de humanos en el planeta rojo.
No son estas sus mayores excentricidades. Por ejemplo, ha creado un lanzallamas que vende en Estados Unidos con el nombre de «Esto-no-es-un-lanzallamas» para sortear la prohibición de llamar «lanzallamas» a un producto comercial en el país. Ha vendido más de 20.000 unidades, aunque no está exento de polémica, puesto que en YouTube pueden encontrarse personas que han tenido problemas manipulando el dispositivo, o incluso niños que juegan con él.
Experimentar con este lanzallamas es algo que pueden hacer los chavales que acuden a Ad Astra («Hacia las estrellas»), nombre que recibe la escuela creada por Elon Musk y en la que reciben educación tanto sus hijos como los de más de 50 empleados de StarX. En ella, los niños de entre 7 a 14 años comparten aula -no están divididos por edades- y no reciben asignaturas como gimnasia, religión o idiomas (dado que Musk considera una tontería aprender lenguas extranjeras).
Musk se encuentra constantemente en el ojo del huracán por realizar polémicas declaraciones o incluso influir en la valoración de las criptomonedas (un solo tuit suyo mencionando una cripto puede hacer que su valor se dispare) o incluso la cotización en bolsa de empresas. De hecho, fue apartado tres años de la presidencia de Tesla por publicar un mensaje en el que «se le ocurrió» decir que vendería las acciones de la compañía por 420 dólares cada una y la convertiría en una entidad privada. Esto hizo subir la cotización de las acciones y la SEC -el organismo regulador de Estados Unidos- llegó a expedientarle.
Elon Musk es, además, uno de los 10 tuiteros con más seguidores en todo el mundo. Atesora 88 millones de followers en la red social que ahora quiere comprar y un sólo tuit suyo puede recibir miles de interacciones. En 2017 ya publicó un mensaje que decía «I Love Twitter». ¿Terminará publicando este año otro que señale «I own Twitter»?
I love Twitter
— Elon Musk (@elonmusk) December 21, 2017