Startups que fracasaron en Internet
Las startups, las pequeñas empresas que nacen de la mente de, usualmente, un par de jóvenes dispuestos a revolucionar su campo de trabajo con tecnología, parecen estar más de moda que nunca. El año pasado, la financiación que recibieron este tipo de proyectos fue de 502 millones de euros solo en España, según los datos del informe sobre el ecosistema de startups españolas de Mobile World Capital.
Algunas startups son sinónimo de éxito, pero efímero, también en nuestro país
Si hablamos de Cabify tenemos bastante claro que es una empresa que pone a disposición del cliente un chófer privado para sus desplazamientos, que pelea arduamente con Uber y con el sector del taxi. Pero, ¿sabías que era española? Comenzó en 2011, dos años antes que Hawkers, la marca de gafas extendida en el territorio nacional y que parte de la idea de cuatro amigos alicantinos.
Pero no todo es positivo en esta nueva manera de llamar al emprendimiento. Casos como el de Jobandtalent, una compañía dedicada a la búsqueda de empleo a través del móvil, que se ha visto obligada a despedir de forma masiva ante las incesantes pérdidas de tráfico y dinero son más que frecuentes.
Por otra parte está Wallapop, que a pesar de ser una de las más conocidas e integradas en el panorama comercial del país, también acumula pérdidas, o La Nevera Roja, cuya compra se hizo efectiva a principios de año por Just Eat a un precio mucho menor al que tenía de inicio. Todas ellas hacen pensar que estamos frente a una burbuja que comienza a pincharse.
Y no solo en nuestro país: recientemente la startup que prometía licuar frutas y verduras a través del móvil, Juicero, ha anunciado su cierre. La marca había acumulado 120 millones de dólares antes del lanzamiento de su dispositivo, que no ha llegado a comercializarse.
Lo mismo sucedió con Lily, la marca de drones resistentes al agua que tendrá que devolver los más de 34 millones de dólares que los clientes habían invertido en lo que parecía ser la revolución de los drones.
En cuanto a aplicaciones usadas de forma polémica encontramos a YikYak, la plataforma en donde se podía publicar de forma anónima y que incitaba al bulling y al acoso. Por ello mismo anunciaba en su web, ahora desaparecida, que la aplicación desaparecería con el nuevo curso escolar.
Son sólo algunos casos de startups que pudieron ser y no fueron… ¿conocéis más? Esperamos vuestros comentarios.